El poder de la palabra.

Cada proceso histórico obra sobre una estructura determinada, la cual permite el desarrollo de un estado de conciencia diferente al proceso anterior. Pero ¡cuidado! No nos engañemos pensando que el vocablo "diferente" puede ser sinónimo de "mejor".

El ser humano comprende los procesos en la medida que comprende el significado de los conceptos que usa, por ejemplo, el antiguo concepto de democracia era aquel donde solo los hombres libres tenían derecho a voto, quedando descartados los esclavos y las mujeres. Hoy, el concepto de democracia se define como la forma que tienen los partidos políticos de manipular al pueblo para obtener el tan preciado voto popular, y así, asegurar el poder para sí mismos y sus clanes.

Existe un significado oculto detrás de las cosas, así como democracia no es la voluntad del pueblo, ya que en la praxis contemporánea se asemeja a una oligarquía de las cúpulas empresariales. El real significado de las cosas se esconde detrás del significado propuesto y estandarizado para un pueblo.

La palabra es acción, es fuerza, es darle curso a las cosas. Es rebelión en sí misma. Una palabra es una porción representada de la realidad y es una realidad en sí misma. La palabra es subjetiva en el significado pero es objetiva en lo significado.

Una palabra es dicha cuando hay intención y se espera una efecto de ella, es una herramienta muy útil en las manos de aquel que sabe usarla para bien o para mal, ya que el lenguaje crea mundos y realidades, y esto es muy conveniente para aquellos que gustan de manipular a seres de mente débil y de conciencia limitada. Su impacto es incuestionable y puede ser visto en todas las cosas.

Si el entendimiento de la realidad está basado en la limitada comprensión que tenemos de ella, entonces la palabra es en sí el alfa y el omega de nuestra propia existencia.

Entender los conceptos que usamos y el por que los usamos es una forma que conocernos a nosotros mismos, ya que la palabra es la barca que navega los mares de las pasiones y permite que la bestia que habita en nuestro interior, pueda dialogar con nuestra propia divinidad y llegar a un entendimiento que permita que logremos el nirvana de nuestra propia espiritualidad.

Finalmente, la palabra del hombre libre, se basa en aquel individuo, quien en pocas palabras, entiende la intención de cada discurso que llega a sus oídos, encuentra su significado oculto y desarrolla su individualidad -y por ende su divinidad- a través del análisis de cada concepto que le hace ser.


Artículo publicado en el diario La Estrella de Arica el día 1 de Abril de 2006

1 Comment:

  1. Anónimo said...
    Excelente artículo profesor, comosiempre iteresante, realista y muy claro.

    admirable su punto de vista en este artículo y otros que se han publicado de su persona.

    atte.

    Francisco cabrera Aguilar
    cocnepción

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