Individualismo y sociedad.

Definitivamente, el individualismo es la única cura para todos los males de la sociedad. Es la capacidad de decir "no" cuando tu cultura te obliga a decir "si". Es el hecho de sentirte reflejado por tus propios pensamientos sin que nadie los cuestione o los ponga en duda, ya que aquellos que se creen infalibles deben recordar que toda verdad es cuestionable y relativa desde un punto de vista moral y por ello es más fácil estar cerca del castigo que del perdón.

Un individuo no se rige ni por modas, ni ideologías, ni por estándares sociales. Tampoco anda por la vida tratando de agradar al resto, ni apoyando cuanta idea descabellada se le ocurre a todos aquellos que ostentan un poco de poder, considerando que no siempre el poder lo tiene el más capaz o sabio.

El individualismo, tampoco es ese concepto vulgar y socialmente manipulado por seudos pensadores, donde el hombre está motivado casi irracionalmente por sus propios intereses, sacrificando incluso la felicidad de sus seres queridos. Esta ideología parte por la premisa de que Yo soy el centro de toda esta creación humana llamada sociedad y cultura, no hay nada más que soledad más allá de mis pensamientos, es por esta razón que el hombre nunca se debe someter, dentro de estándares democráticos, ante la voluntad impositiva de otros hombres.

El individualismo es amarte a ti mismo, es también amar a quien merece ser amado y ayudar a quien merece ser ayudado, no se puede amar al ingrato ni ayudar al flojo, menos a aquel que te ha hecho daño, eso sería un derroche de compasión, y la compasión se debe guardar para el débil, el caído o el que sufre.

Ser un individuo es asumir que tu eres el dueño de tu vida, de tu destino y de tus acciones, por lo tanto, no se puede pensar ni por un momento en culpar a otros por tus penas y culpas, todo es causa y efecto, y de la vida, obtienes lo que mereces.

El individualismo plantea que no hay punto de comparación entre los seres humanos ya que todos son diferentes. Sentirse mejor que otros no es más que un engaño estéril e infantil, porque las debilidades que muestra un ser humano en el presente pueden fácilmente ser las fortalezas del mañana.

Finalmente, todas las posturas de vida son válidas, menos aquellas donde las acciones de una persona dañan a uno o a muchos, ya que un individuo sabe que la persona que está próxima a él o ella es todo un mundo de complejos pensamientos, sentido estético y sentimientos, y que su existencia es la expresión máxima de está caótica dinámica llamada realidad.


Artículo publicado en el diario la Estrella de Arica el día sábado 3 de febrero de 2007.

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