Sueños

Cada individuo en este mundo tiene aspiraciones personales y sueños que desea cumplir, no obstante, la posibilidad de que pueda materializar sus metas estará supeditada al hecho de que existen poderes humanos superiores quienes serán los responsables de otorgar el consentimiento para que este ser humano pueda optar a la felicidad. O ¿acaso la desigualdad social no es el producto de la avaricia de los mismos hombres quienes ante la sed de poder, y basados en un ego negativo, sienten satisfacción al ver que tienen el derecho a disidir sobre la vida de otros?

Dicen que la moral fue creada por los pobres para restringir en algo el poder de los poderosos -incluido la del gobierno-, pero la ley fue creada por los poderosos para reprimir el libre albedrío de los pobres. Al parecer, siempre ha sido así y siempre lo será. Sin embrago, el poderoso hace las pases con el más necesitado a través de un populismo donde los pobres son comprados con regalos y beneficios que en ningún caso tienen el mismo valor que aquello ganado mediante el propio esfuerzo.

Así, los pobres esperan ser gobierno a través de la democracia, pero aquel que pretenda gobernar desde la pobreza, debe estar preparado para ser el peor de los tiranos ya que quien pasa de no tener nada a tenerlo todo se transforma en un ente depredador y en el símbolo de aquello que tanto odió.

Platón dice: “Cada una de las ciudades no es una ciudad sola, sino varias. Por lo menos dos, que están en guerra: la de los pobres y la de los ricos. Y cada una de éstas contiene otras muchas; por eso, si las tratas como una sola, te equivocarás de medio a medio. Pronto surge en ellas una burguesía mercantil, cuyos miembros quieren procurarse una posición social por medio de la riqueza y de la ruidosa disipación; y Platón añade: <> hablando genéricamente. Estos cambios en la distribución de la riqueza acarrean cambios políticos; como que la riqueza del mercader sobrepuja la del propietario rural, la aristocracia del conocimiento deja lugar a la oligarquía plutocrática y los comerciantes ricos y los banqueros serán en realidad los que gobernarán al Estado (es cosa de identificar el núcleo que genera los procesos globales). Y el buen gobierno, que ha de consistir en la coordinación de todas las fuerzas sociales y en la adaptación de la vida pública al progreso total, es sustituido por la política, que no es más estrategia de los partidos y la avidez por el botín de los cargos. “

El poderoso le dice al pobre que ha logrado la felicidad: “tu no has cambiado nada, nosotros te hemos cambiado a ti”.


Artículo publicado en el diario La Estrella de Arica el día Sábado 21 de Enero de 2006.

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