

Al objetivo final de estos rituales es lograr el control de la realidad, un control traducido tanto en una seguridad psicológica, como en el dominio de la materia a través de fuerzas supuestamente superiores a las que rigen las leyes físicas. Desafortunadamente, y en muchos casos, estos intentos de controlar la realidad a través de rituales no siempre fue efectivo y esto marcó la diferencia de fuerzas entre los dioses de las diferentes culturas, es decir, la diferencia nunca fue divina, el hecho era que mientras mejor entendían sus sacerdotes la realidad, más poderosos eran sus dioses. Así, lo que los antiguos no sabían era que la iluminación nunca provino del exterior, sino que fue una semilla que creció desde el interior.

El hecho es que miles siguen muriendo por no lograr ponerse de acuerdo en que es dios; además, como vivimos en un mundo reconstruido a través del lenguaje, las interpretaciones, así como hablar de lo que es o podría ser dios es una interminable secuencia de ideas y opiniones las cuales no han conducido a ninguna parte.
Al final, el tema se bosqueja de la siguiente manera, si existiera una verdad única sobre la divinidad, entonces por qué aun no han logrado los hombres ponerse de acuerdo de manera fraternal y tolerante sobre como deberíamos convivir en este mundo. Por qué los hombres deben reunirse en edificios, como si fueran cuarteles donde se refuerza el en que creer. Si un dios creó el universo, entonces ¿no es el planeta Tierra aun demasiado pequeño para lograr convertirse en un templo universal de adoración? ¿Para qué adorar símbolos y admirar a otros seres humanos iguales que uno si tenemos todo un cielo llenos de estrellas del cual asombrarnos?
Rene Descartes dijo una vez: "Yo puedo entender el concepto de dios porque dentro de su grandeza, el deja que mi limitada mente lo entienda". Y una vez más nos encontramos atrapados en el interminable dilema subjetivo de hablar mucho pero decir poco.
Finalmente, si existiera un dios, seguramente se debe estar divirtiendo al ver como los hombres, con su limitada capacidad de comprensión, creen entender su pensamiento y psicología. Desafortunadamente, la realidad nos dice que miles seguirán muriendo por estos desacuerdos sobre la existencia primera, y quizás, si existe un dios, sabio fue al darle al hombre la capacidad de razonar, pero imperfecto fue al darle el orgullo.
Artículo publicado en La Estrella de Arica el día sábado 7 de julio de 2007.
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